Zugarramurdi, un pequeño enclave de 250 habitantes situado en el valle de Xareta, a caballo entre la Montaña Navarra y el Mar Cantábrico
La historia y las leyendas que han surgido a su alrededor, acercan a miles de visitantes cada año a conocer el "Pueblo de las Brujas" atraídos por este hecho histórico y las leyendas que han surgido a su alrededor
El toque mágico de un lugar lleno de embrujo, un desgarrador pasado y la naturaleza en estado puro se alían en Zugarramurdi para ofrecer una atractiva visita
Caseríos aislados, verdes prados, así como rebaños de ovejas lachas y los simpáticos ponis vasco-navarros que jalonan el entorno de esta localidad
Zugarramurdi, este complicado nombre que suena a trabalenguas, hace referencia según los propios vecinos a "olmos, avellanos y laureles", vegetación característica del lugar
Tranquila y mágica área montañosa, ideal para pasar unos días de descanso y ocio visitando sus numerosos espacios patrimoniales y recursos turísticos
El pueblo cuenta con un interesante patrimonio edificado que se hace visible tanto en su arquitectura popular como en la presencia de importantes casas de carácter más noble de finales del siglo XVIII
Todas las casas tienen la peculiaridad arquitectónica de los sillares rojizos en esquinas, ventanas y balcones
Otra característica general son las amplias balconadas en la fachada principal y los grandes aleros a dos aguas
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Situada en un alto privilegiado hace que desde cualquier lugar del pueblo se tenga su referencia
El templo fue edificado a partir de 1781. De estilo neoclásico, destacan en el exterior sus volúmenes y los sillares rojos que enmarcan esquinas y vanos. De planta de cruz latina, nave de tres tramos y crucero
Sobresale en el interior la generosidad en retablos y el mantenimiento del "jarleku", el lugar donde antiguamente eran enterradas las familias de la localidad
Postal del pueblo
Postal del pueblo
Postal del pueblo
Postal del pueblo
Postal del pueblo
Fuente de Mucurusta, canalizada a la localidad en 1869
Museo de las Brujas, la Casa Induburua que fue antiguo convento, antiguo hospital y varias cosas más, hoy alberga el museo más carismático de la zona
El nacimiento de un mito. Hace unos 400 años , sucedieron en Zugarramurdi y otros pueblos del valle unos acontecimientos tristes injustos y estremecedores. Sucesos que truncaron la infancia de niños y niñas, demasiado pequeños para poder distinguir la realidad de los sueños
Arruinaron injustamente la vida a ancianas, a desvalidas mujeres y a algunos hombres y transformaron a gentes buenas en desconfiados vecinos
Gran parte de la población, fundamentalmente campesinos y pastores fue sospechosa de ejercer la brujería. La histeria colectiva, las alucinaciones, la opresión, la sombra del pecado y la culpa, el desconocimiento y el miedo, la sugestión y la ignorancia, provocaron que los vecinos se denunciaran unos a otros como brujos y adoradores del demonio
En 1609 las historias de brujas llegaron a oídos del Santo Oficio. Llegados los inquisidores Del Valle Alvarado y Alonso Becerra, creyeron haber descubierto una secta de brujos. Su trabajo culminó en el Auto de Fe de 1610 con la quema de 11 personas y castigos a 42 más. Esto generó tal histeria colectiva que el norte de Navarra se llenó de brujas y embrujados
Linda Maestra. Grabado de Francisco de Goya que representa una bruja que lleva una novicia. Metáfora sobre las historias de Zugarramurdi que Goya parece ser conocía bien
Hechos que en este pueblo tuvieron una referencia principal en Las Cuevas de Zugarramurdi
Constituyen un impresionante complejo cárstico superficial situado a menos de medio kilómetro de distancia del casco urbano
Hoy, atracción turística para situarte mentalmente entre, la imagen folklórica de las brujas y esa otra realidad de unas mujeres acusadas de cosas inverosímiles, envueltas en relatos fantasiosos, y finalmente quemadas en una hoguera
La cavidad principal fue horadada por una corriente de agua, aún caudalosa en la actualidad, denominada la Regata del Infierno
Riachuelo que la atraviesa conformándola como un amplio túnel cuyo eje se orienta de noreste a suroeste, alcanzando una longitud de 120 m., una amplitud de 26 m. y hasta 12m. de altura
El nombre de este conjunto cárstico hace mención a las celebraciones paganas que tenían lugar en algunas de sus salas en la antigüedad y que, en el Proceso Inquisitorial de 1609 a 1614, fueron presentadas como prueba evidente de que en Zugarramurdi se desarrollaban actos donde se ejercía la brujería
No cabe duda que recorrer estas cuevas y galerías desata la imaginación
La belleza de algunos rincones se resalta con una adecuada iluminación
En otros es la luz natural
Pero en cada uno de ellos la paleta cromática es generosa para la vista
La estrechez de esta gruta hace que haya que pedir turno para entrar y salir
Y los escenarios se van sucediendo a cual de ellos más bello
Prado del "Akelarre" o prado del Macho Cabrío
Cueva del Aquelarre, una galería superior de la cueva grande. Aquí al parecer se reunían "las brujas" y celebraban sus "Akelarres"
El diablo con apariencia de macho cabrío participaba en estas reuniones demoníacas y pactaba con las brujas "males de ojo" y maldiciones
Y lo que simplemente era aprovechar la belleza del paraje, como lugar, para sus celebraciones paganas, dió lugar a semejante "caza de brujas"
Postal de la Cueva
Postal de la Cueva
Postal de la Cueva
Postal de la Cueva
Postal de la Cueva
Un buen reportaje de este lugar que no se si habría brujas en su tiempo pero desde luego que embruja.
ResponderEliminarSaludos.