San Pantaleón de Losa

San Pantaleón de Losaubicado en un capricho de la naturaleza, es una entidad local menor en el valle de Losa, en la provincia de Burgos



La enorme peña que protege y resguarda el pueblo parece querer poner en contacto el cielo y la tierra



El cerro de la Peña Colorada, parece la quilla de una gran embarcación sobre la llanura del Valle de Losa que albergó en la edad de hierro un castro, ocupado también durante la romanización, por la buena visibilidad que aporta



En su cima se encuentra enclavada la ermita de San Pantaleón, conformando uno de los parajes más enigmáticos de la provincia de Burgos



Pequeña y misteriosa, así es la ermita a la que hay que ascender desde el mismo pueblo por una empinada cuesta



Ermita de finales del s. XII o comienzos del XIII, consagrada en 1.207, con un solo ábside semicircular y un tramo de nave bajo cúpula



Templo articulado en dos planos, adaptado al desnivel de la peña donde destaca su espadaña y la cuidada ornamentación exterior de las ventanas y su portada



Portada con una gran figura esculpida, una especie de atlante con un saco al hombro (¿el hombre del saco?) y un enorme zigzag o rayo (¿significarán protección de la ermita?) que enmarcan y escoltan al resto de columnas y arquivoltas



En la ermita se guardaba una reliquia de San Pantaleón (posiblemente, la que hay en el convento de la Encarnación de Madrid), en la que cada año y por unas horas se licua la sangre del Santo. Esta ermita está llena de leyendas entre las que sobresale la del Santo Grial



Las vistas del valle, horadado por las aguas abruptas del río Jerea es impresionante



Entre los grandes pinares de los montes de Losa, el misterio se agranda al notar la enigmática mirada de las rocas



En la erosionada base del cerro acoplándose a la pendiente está la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves



Iglesia con una torre de dos cuerpos, construida en mampostería con sillares en vanos y esquinas, un pequeño atrio precede a un pórtico sobre pilastras



Un ambiente campestre y apacible envuelve los rincones del caserío



Caserío con una arquitectura popular caracterizada por enormes casonas restauradas



Alguna, verdadera casa fuerte levantada con sólidos muros de piedra de sillería


Córdoba Palacios-Museos

Palacio de VianaEl patio, heredero de la tradición romana y árabe, tiene en Viana su más amplia representación histórica: desde el patio de vecinos de origen medieval, ejemplo de arquitectura popular, a los patios renacentistas como símbolos de poderío y linaje



"En esta casa de las rejas de D. Gómez propiedad del Marqués de Viana habitaron varias veces su Majestad el Rey Alfonso XIII y su augusta esposa la Reina Doña Victoria Eugenia en los años 1914-1916-1921". Cinco siglos de historia donde los patios han sido los protagonistas



Palacios hay muchos, pero ninguno como Viana en Córdoba. Porque, tras las sobrias paredes blancas, apenas salpicadas de espacios abiertos que nos dejan adivinar el interior, se concreta, como en ningún otro edificio de Córdoba y Andalucía, la delicia de los patios



Patio de Recibo. Desde el s. XVI, entrada principal al Palacio, de planta trapezoidal, está rodeado de galerías porticadas soportadas por columnas toscanas, dónde falta la columna del ángulo de la portada, que permitía el acceso de los carruajes al interior



Auténtica antesala de lo que el palacio atesora



Patio de los Gatos. El patio de vecinos documentado más antiguo de Córdoba, las casas comunales que lo forman, conocidas en el s. XV como Casas de la Puentezuela de Tres Caños, fueron adquiridas por los propietarios del palacio en el s. XVI, y mantenidas como viviendas de alquiler hasta mediados del s. XVIII



Patio de los Naranjos. Rememora la tradición musulmana del jardín-huerto árabe. El jardín era para los musulmanes un espacio privado, dónde el agua y las plantas eran utilizados como los principales elementos decorativos



Patio de las Rejas. Patio que mira al exterior, a través de sus tres ventanales que cierra sus vanos con rejas de forja que darán nombre a la calle a la que se asoman, Rejas de Don Gomez, nombre del propietario del Palacio en aquella época



Patio de la Madama. A diferencia del de las Rejas está concebido para ser visto desde el interior, especialmente desde el dormitorio del Almirante. De corte cálido e intimista, debe su nombre a la náyade de la fuente



 Patio de las columnas. Fue construido en los años 80 del pasado siglo con el objetivo de dotar a Viana de un espacio para eventos y celebraciones



Es el más extenso, solo superado por el jardín, en él destaca su estanque central de inspiración nazarí



El Jardín. Auténtico pulmón verde del barrio de Santa Marina. De inspiración francesa, responde al deseo del VII marqués de Villaseca de que el palacio contara con un jardín, siguiendo la moda de los nobles de la época



Patio de la Alberca. Se trata del patio más modesto. Es un patio de servicio, también llamado del Invernadero, y anteriormente conocido como patio de los Venados. En la alberca se airea y oxigena el agua antes de ser utilizada para el riego



Patio del Pozo. El auténtico protagonista de este patio de servicio. Toma sus aguas del arroyo el Colodro, que fluye subterráneamente y del que obtiene caudal suficiente para abastecer a todas las fuentes y plantas del palacio



Patio de los Jardineros. Recibe este nombre por encontrarse en él la habitación donde se guardan las herramientas del equipo de jardinería. Completa el conjunto de los patios de servicio este palacio de Córdoba. Su aspecto actual se debe a la redecoración que hizo la III marquesa de Viana de este patio. Destaca en él el muro totalmente cubierto de celestina



Patio de la Capilla. Patio principal de las casas de los condes de Torres Cabrera, del s. XVII, llamado así por la existencia de una capilla anexa al patio



En la plaza del Potro, sita en el barrio de la Ajerquía, citada en el Quijote y lugar de pícaros y maleantes en el Siglo de Oro ...



... Hoy en día acoge en uno de sus laterales los museos de Bellas Artes y Julio Romero de Torres



El Museo Julio Romero de Torres, recientemente renovado, reúne en Córdoba la mayor colección del pintor que nos permite hacer un recorrido por su vida, desde sus comienzos hasta sus más esplendorosas y conocidas obras



¡Mira qué bonita era!. Obra de su 1ª época, de carácter impresionista que da a conocer a Julio Romero de Torres, lienzo que reúne los tres aspectos que conmoverían más profundamente el espíritu del pintor: la mujer, la muerte y la copla



Julio Romero de Torres fundamentalmente era retratista, con sus más de 500 retratos constituyó su producción, dedicándole a la mujer gran parte de sus obras



Naranjas y limones. representación que mezcla el bodegón y la figura humana, una composición que posee toda la sensualidad de los bodegones flamencos y supuso una verdadera provocación para los círculos más reaccionarios de la sociedad del momento



La Gracia y El Pecado



Conchita Triana. Actrices, bailarinas, "bailaoras" y "cantaoras", fueron llevadas al lienzo por el pintor, que se transformó en cronista gráfico de su época



La nieta de la Trini. Homenaje póstumo que Romero de Torres hizo a la famosa cantaora “La Trini”. Un desnudo integral en el que se trata el tema del flamenco y la copla



Cante Hondo. En torno a la figura central, mujer y símbolo de la fatalidad, giran todos los sentimientos y pasiones del hombre: el amor, los celos y la muerte. La mantilla da a la figura cierto toque de erotismo, jugando entre la ambigüedad de lo sagrado y lo profano



Muerte de Santa Inés. Romero de Torres trató en sus obras el tema religioso de manera personal y con una visión mística muy particular. Plasmó en sus obras algunos de los clásicos temas bíblicos, llenando de sensualidad a las figuras protagonistas



Magdalena. Una Magdalena muy sensual llora. La muerte está representada en la calavera que sostiene. Al fondo de la cueva donde se encuentra, la espera un joven



Contrariedad. "La Niña del Espejo", una joven que sostiene entre sus manos un espejo, donde se reflejan un cofre repleto de joyas, símbolo de los deseos inalcanzables de esta mujer



La chiquita piconera. El arte del pintor llegó a su plenitud con esta obra, algo más que el placer de contemplar un bellísimo retrato, es decir, añade a su concepción artística, el deseo "inconfesado" de expresarnos su concepción de la vida, en un retrato lleno de madurez, hondura y sosiego



Ofrenda al arte del Toreo. De su última etapa, una muchacha desnuda, cubre sus piernas con un capote de torero que sujeta con la mano izquierda y en su mano derecha sostiene una rama de laurel, símbolo de la gloria. Un desnudo de anatomía perfecta, que constituye un alarde de dibujo



Museo de Bellas Artes. Ocupa distintas dependencias de lo que fue el antiguo Hospital de la Caridad, de estilo plateresco



Exhibe sus fondos distribuidos en seis salas, tres en planta alta y tres en baja ...



... Que están dedicadas a mostrar, de manera cronológica y didáctica, la evolución de la pintura y la escultura cordobesa entre los siglos XIV y XX



Bodegón de naranjas



El albañil herido o Los últimos sacramentos



Retrato de Bendición Sánchez y al fondo las Tres edades de la mujer




Obra de Mateo Inurria. Las tres edades de la mujer. Crisálida, representante de la pubertad. Coquetería, de la juventud. Flor de granado, de la madurez



Mal de amores. Julio Romero de Torres, toca el tema de las tres edades de la mujer, niña, joven y anciana


Un naúfrago