Miravete de la Sierra

Miravete de la Sierra, pequeño pueblo de la provincia de Teruel donde disfrutar del hermoso entorno natural del Maestrazgo


Forma parte del Parque Cultural del Maestrazgo, un vasto territorio con un rico patrimonio natural y cultural


Donde se combinan una impresionante geología y yacimientos arqueológicos, y aquí en concreto con valiosos ejemplos del gótico levantino, la arquitectura renacentista y el barroco


Tanto el nombre de la población, que aparece como Miravet o Miraveto en la documentación de los ss. XIII y XIV, como los hallazgos arqueológicos más antiguos realizados en ella, indican su origen musulmán


Y restos medievales, como este coqueto puente del s. XVI


Entrada peatonal al núcleo urbano, el acceso rodado debe cruzar el pequeño río


Medieval también esta Cruz. Se trata de una cruz de término que desde su construcción original en el s. XV ha sido sometida a varias modificaciones. Su ubicación original era el camino real que unía Villarroya de los Pinares y Aliaga a su paso por Miravete, junto al río Guadalope. Fue destruida en 1936, a excepción de la cruz de coronación, que fue guardada por los vecinos. En 1953 se reconstruye a unos doscientos metros de su ubicación original


La cruz está decorada en ambas caras con motivos figurativos, vegetales y arquitectónicos. En una cara está Jesús crucificado, con la Virgen y San Juan a sus pies. En la otra se representa a la Virgen con el niño acompañada por cuatro ángeles músicos


Puente de Miravete. El puente y el río se encuentran muy próximos a la plaza principal con la lonja y la iglesia al fondo


Está realizado en un buen trabajo de cantería con sillares de piedra. Su único ojo es un arco rebajado de gran luz, que apea directamente en los estribos laterales


El tablero, a doble vertiente, está finamente empedrado con cantos rodados y flanqueado por pretiles de cantería, obra con una tipología de época medieval


Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, una construcción que combina el gótico tardío y el estilo renacentista. Si bien utiliza bóvedas de crucería heredadas del gótico, su concepción espacial unitaria es propia del renacimiento


La torre, construida en sillería, se adosa a los pies del templo


Una escalera de caracol labrada en piedra cuyo volumen se manifiesta al exterior sobre el muro este de la torre, recorre los dos últimos cuerpos de la misma


La base de la torre está constituida por un soportal, abierto en tres de sus lados en arcos apuntados que apoyan sobre gruesos pilares y cubierto por bóveda de crucería estrellada bajo el cual está la portada de la iglesia


Presenta una planta sencilla en la que se aprecia la cabecera poligonal y una sola nave de tres tramos con pequeñas capillas entre los contrafuertes y su interior está completamente revestido de estucos y pinturas clasicistas


Del soportal de la iglesia, parte un complejo sistema de pasajes formados por arcos rebajados ...


... Que apean sobre gruesas columnas con capiteles sobriamente decorados


Uno de los soportales comunica la iglesia con el ayuntamiento, a través de una lonja con forma de ele


Mientras tanto, el segundo, en recodo, conecta con la puerta del Cierzo y la parte alta del pueblo


Parte alta donde se encuentran los restos de su castillo. Miravete, topónimo derivado de «morabit» (edificio religioso aislado, en el que vive un morabito) se asienta al pie del peñasco en el que en otrora se ubicara el castillo


Maestrazgo Territorio Guerras Carlistas te propone ver sobre el terreno y descubrir el escenario en el que tuvieron lugar los principales acontecimientos de las Guerras Carlistas recorriendo algunos de los enclaves más señalados de la historia del conflicto.
Las Guerras Carlistas fueron una secuencia de conflictos civiles iniciada en 1833 que llegó a su final en 1876 y en la que el Maestrazgo tuvo un señalado protagonismo. Aquí se enfrentaron durante décadas liberales y carlistas y combatieron figuras relevantes del momento como Ramón Cabrera o el general Espartero


La población de Miravete de la Sierra, al estallar la Primera Guerra Carlista, se componía de 32 vecinos y 294 almas. El equilibrio de la comunidad era frágil. Por eso sus habitantes trataron de adaptarse a los ritmos de la guerra cumpliendo de manera escrupulosa las instrucciones de las autoridades liberales. Lo que no fue óbice para atender también las exigencias de las partidas carlistas enviadas por Cabrera. A finales de 1836 la situación cambió. El pueblo quedó bajo la órbita de Cantavieja desde donde se nombró un nuevo ayuntamiento carlista y comenzaron a llover las peticiones de todo tipo, no solo económicas, sino también prestación de servicios y reclutamiento de soldados


Un asunto importante en el desarrollo de la guerra fue el control de las armas. En el Maestrazgo. como en el resto de España. desde la Guerra de la Independencia. los civiles se habían familiarizado con el uso de las armas. Por eso. lo primero que hicieron las autoridades tras el estallido de la insurrección carlista fue incautarse de todas aquellas que no contaran con autorización. No solo por impedir que fueran usadas por los habitantes para unirse a la facción, sino también cara evitar que los carlistas armaran a sus partidas con ellas. Este proceso de desarme se llevó a cabo en Miravete los primeros días de 1834 bajo la supervisión del ayuntamiento


Milicia Nacional. La forma que el liberalismo tenía prevista para mantener el orden en las poblaciones era la Milicia Nacional, es decir. una fuerza de civiles armados responsable de la seguridad en el término municipal. Los milicianos solían ser los liberales más comprometidos de la población. de modo que. con el estallido de la guerra carlista. se convirtieron en objetivo preferente de los rebeldes. Pese al riesgo que esto comportaba, los pueblos intentaron cumplir con las órdenes y organizar su milicia. Miravete presentó el 31 de mayo de 1835 el listado de sus milicianos


Constitución. Hasta 1836 las autoridades de Miravete se mantuvieron fieles al gobierno de la reina. Lo prueba la disciplina con que ejecutaron las órdenes que iban llegando de las autoridades liberales. Cuando en el verano de ese año fue proclamada la Constitución de 1812. se abrió en la localidad un proceso electoral que tenia un doble objetivo: participar en la elección de los diputados que debían representar a la provincia en las Cortes de Madrid y por otro lado, decidir por sufragio universal masculino los miembros del nuevo Ayuntamiento constitucional. Sin embargo, los carlistas no tardarían en extender su control sobre el pueblo y en nombrar otro ayuntamiento que debería cumplir las órdenes procedentes de Cantavieja


Quintos. La guerra en el Maestrazgo pronto situó su foco sobre los jóvenes de los pueblos. Desde el principio, las partidas habían entrado en los pueblos llevándose. muchas veces forzados. a los hombres entre 16 y 40 años antes de que fueran reclamados por las autoridades liberales. En Miravete los liberales ordenaron en 1837 hacer la quinta para servir en el ejército. Y en 1838 fueron los carlistas. los que mandaron quintar a los jóvenes del pueblo. Uno y otro ejército aspiraban a incorporarlos en sus filas arrancándolos de unas familias que los necesitaban para trabajar la tierra o cuidar de los ganados. Por eso se resistieron siempre que pudieron esgrimiendo todo tipo de excusas para eludir este servicio


El conjunto urbano se estructura en tres áreas: El núcleo central y más antiguo tuvo como punto de origen el escarpe rocoso en el que se localizan los restos del castillo, en torno al cual fue creciendo el municipio; está formado por el cabezo y las calles próximas a la iglesia y antiguamente el área quedaba cerrada por los portales de la Iglesia y del Gastón


En la margen izquierda del río se sitúa el barrio de las Regaderas, mientras que en la derecha está el barrio de el Arrabal


La Cárcel. Cárcel nueva o del común, fue edificada a comienzos del siglo XVII. Puede apreciarse la portada dovelada de medio punto y conserva el calabozo en piedra sillar con una mínima ventana a modo de saetera


Plaza, denominada Mayor, reúne los edificios del antiguo hospital, el horno comunal, la Casa rectoral, el puente y el trinquete o antiguo ayuntamiento. El conjunto constituye una de las mejores estructuras urbanas de toda la provincia de Teruel


Casa rectoral. Hotel Casa del cura


Horno comunal, presenta una sola altura con cubierta a dos aguas, dos contrafuertes y una portada con arco de medio punto


Molino harinero y Centro de Interpretación del ciclo del pan. Ya no muele trigo, pero está perfectamente conservado y es la mejor forma de conocer una de las partes más importantes de la economía de los pueblos hasta hace medio siglo. En la puerta de acceso se ha colocado una antigua aventadora que separaba el grano de restos de paja e impurezas


Todavía se conserva la “limpia”, una máquina destinada a la limpieza del grano. Completando a la maquinaria original se encuentran varias vitrinas con pequeñas maquetas que explican el ciclo del pan, desde que se planta el trigo hasta que se convierte en alimento


En el exterior del edificio se ve el canal que une la antigua balsa para almacenar agua y la entrada al cubo


El agua sigue fluyendo en cascada


Árboles gigantes dan muestra de la generosidad del terreno


Ermita de San Cristóbal. Edificio barroco ubicado en un cerro cercano a la población


Consta de una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos. La cubierta del presbiterio está decorada con pinturas murales de carácter popular, con motivos arquitectónicos y vegetales. La portada, protegida con bóveda de crucería, como las de la iglesia


Miravete de la Sierra está ubicado en un entorno cultural y natural incomparable, incluido en el Parque Cultural del Maestrazgo Geo parque Mundial de la UNESCO


 Este municipio es representativo del variado patrimonio geológico y paleontológico de este Geo parque, ya que posee un registro muy completo de la historia de la Tierra. En concreto, en Miravete de la Sierra afloran diversas formaciones geológicas del periodo Jurásico y, especialmente, del Cretácico que caracterizan a la denominada como Cuenca del Maestrazgo


Huellas de dinosaurios en un territorio único. en 2003 se declaró como zona paleontológica a las icnitas de Miravete (huellas fósiles de dinosaurio)


Los productores de las huellas, los saurópodos enormes dinosaurios cuadrúpedos