Alquézar

Alquézar, municipio de origen medieval en la comarca del Somontano, Huesca, entre las Sierras Exteriores Pirenaicas y la Depresión del Ebro



El topónimo árabe "Alquézar" (al-Qasr) significa fortaleza, y hace clara alusión a su origen militar. Pueblo surgido a la sombra del castillo, poblando la falda de la montaña



El pueblo tiene una fisonomía totalmente medieval que muy poco ha cambiado, al menos en lo que se refiere al trazado de las calles



Un trazado sinuoso con un evidente sentido práctico, facilitándose la comunicación, una red de calles bien enlazadas mediante pasadizos



Trazado típicamente musulmán, de callejuelas estrechas y altas, disposición típica de los pueblos de montaña más antiguos, adaptados a la topografía



Una red de calles bien enlazadas mediante otros callejones más pequeños para resguardarse de las inclemencias del tiempo



Alquézar, a partir del s. XI después de su conquista por Sancho Ramírez, era totalmente cristiana pero serían los alarifes mudéjares los que dejaron su visión constructiva y urbanística



Los alarifes mudéjares introdujeron la técnica del ladrillo, más práctico que la piedra, casi de igual resistencia y, sobre todo, mejor conocido por ellos



El buen uso del ladrillo se observa sobre todo en las galerías superiores de arquillos y en los aleros



Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, su fachada fue edificada por canteros del s. XVII siguiendo modelos de la arquitectura religiosa popular



Una sola nave cubierta con bóveda de crucería estrellada, en la que se conserva un mínimo retablo formado por fragmentos de otros ya desaparecidos que sirve de apoyo al pedestal que sustenta a la Virgen



Iglesia parroquial de San Miguel Arcángel. Sobre un templo anterior, que fue derribado, se comenzó a construir el actual en 1681 y finalizado en 1708



Llama poderosamente la atención la robustez y sobriedad del exterior, así como el armonioso juego de volúmenes y tejadillos, lo que dificulta adivinar que se trata de un edificio barroco



El interior de la nave tiene cubierta con bóveda de cañón y lunetos. Los retablos y otros objetos litúrgicos fueron destruidos en la Guerra Civil, lo que explica la escasa decoración interior. Tan sólo pudo conservarse la parte superior del gran retablo mayor de estilo barroco



El corazón de la villa de Alquézar, la antigua Plaza Mayor, hoy llamada de Mosén Rafael Ayerbe



Se trata de una hermosa y recoleta plaza porticada



Bajo cuyos soportales, unos con arcos de medio punto y otros adintelados, se situaban los comerciantes y artesanos que vendían sus productos de las tierras llanas y de las montaña



Alquézar llegó a contar con el privilegio de celebrar un mercado semanal y una feria anual desde 1528, año en el que Carlos V aprobó esta concesión a la villa, lo que permitió que a Alquézar llegara una etapa de esplendor



Algunas calles perpendiculares a las principales se cubrían  y así se aprovechaba para ganar espacio a las casas con habitaciones voladas



Son los llamados "Callizos", como este, llamado "Pasador de Casa Lailla", Con el trascurso del tiempo, el suelo de roca ha quedado tan pulido que en el pueblo es conocido como "la eslizadera"



¿Quieres saber porqué en algunas casas y lugares de Alquezar clavan patas de jabalí y otros animales en la fachada?, el hada te lo contará



Ayuntamiento



Plaza Cruz de Buil. Por ella se accede al recinto amurallado del castillo-colegiata



Desde los orígenes de la fortaleza, este lugar siempre fue el único punto de penetración al castillo, ya que el resto está rodeado por las verticales paredes de la roca calcárea



A través de una puerta blasonada construida entre los siglos XV y XVI







Mazmorra de Las Santas. Rodeada por los robustos lienzos de la muralla hay una puerta con arco apuntado, que según la tradición daba acceso a los calabozos del antiguo castillo, sobre ella copia del bajo relieve que nos recuerda la figura y cautiverio de las dos Santas de Adahuesca



Dominando la rampa de subida al castillo se yergue solitaria, desafiante y orgullosa la almenada torre albarrana. Muy posiblemente fue la primera de las construcciones levantadas tras haber sido ganada esta plaza por Ramiro I en el año 1064



Torre del Esconjuradero. "¡Al esconjuradero, que viene una tronada!". Desde aquí y con ayuda del cura y el sacristán el pueblo entero invocaba a las divinidades y a los santos (especialmente a Santa Bárbara) para ahuyentar las temibles boiras


En la cúspide del promontorio rocoso permanece en pie una pequeña y sencilla construcción, identificada como los restos del la antigua iglesia del castillo, dedicada a Santa María Magdalena




La muralla en el flanco sur del castillo termina en un abrupto precipicio del cañón de río Vero



La Torre Vigía, enclavada en el punto más alto de la roca y de la que solo permanece en pie el paño norte y este, custodia la Colegiata



Colegiata de Santa María la Mayor, una colegiata-castillo con orígenes de fortaleza



En el s.XI, es conquistada por Sancho Ramírez y pasa a ser una fortaleza cristiana y a medida que el proceso de la Reconquista avanza, esta fortaleza va perdiendo su importancia militar y estratégica y se convierte en una institución religiosa



Claustro y capiteles. Un sentimiento de admiración y sorpresa se siente al penetrar en el claustro y contemplar su belleza




Planta de cuadrilátero irregular y arcadas de medio punto con columnas pareadas



Fue construido en el s. XIV, aunque se aprovechó el atrio de entrada de la anterior iglesia románica



En la galería norte pueden admirarse seis capiteles historiados románicos del s. XII. Relatan temas del Génesis como: Creación de Adán (aunque parece le está metiendo el dedo en el ojo), la Trinidad es representado como un cuerpo con tres cabezas 



Alrededor del claustro se abren distintas capillas, como la capilla del Santo Cristo, que albergó el Santo Cristo de Lecina hasta su traslado al interior de la iglesia



Se pueden admirar y contemplar todos los muros del claustro, ya que están decorados con pinturas al fresco que datan de un periodo de tiempo que va desde el siglo XV al XVIII



Aparecen escenas del Nuevo Testamento y representación de numerosos Santos. Todas ellas han sido objeto de una laboriosa restauración que ha devuelto su aspecto original



Sobre el claustro románico en lo que en el pasado fueron habitaciónes para los canónigos, se acoge una interesante exposición de algunas piezas sobresalientes que forman parte del patrimonio de la Colegiata



En lo que se considera museo se expone principalmente pintura y escultura. Hay que señalar como piezas de gran valor dos retablos góticos, una Sagrada Familia atribuida a Murillo y otras obras en estilo barroco con gran calidad imputadas a la escuela valenciana



En el presbiterio de la iglesia destaca el Retablo Mayor. Utilizada madera de pino como único material y posteriormente fue recubierto casi en su totalidad con pan de oro. Corresponde a un estilo de transición entre el renacentista y el barroco




1 - Capilla Virgen del Rosario. 2 - Capilla del Santo Cristo, sin duda la joya más importante del la Colegiata, una espléndida talla de transición románico-gótico del s.XII. 3 - Bajo relieve de las Santas Alodia y Nunilon, vírgenes y mártires, de padre musulmán y madre cristiana



 El patrimonio artístico y cultural de Alquezar es impresionante, pero no lo es menos el paisajístico y natural


 
Alquézar, enclavado en la Sierra de Guara, cadena montañosa en las primeras estribaciones de los Pirineos que forma paisajes espectaculares, marcados por una singular estructura geológica y la acción erosiva de sus ríos




Uno de estos espectaculares cañones es el que forma el río Vero, en el que se ha popularizado la ruta sobre pasarelas que utilizaban los trabajadores para acceder a la central hidroeléctrica



La Peña Castibián, a la izquierda, y los muros de la Colegiata a la derecha marcan el sentido de marcha para recorrer esta senda



La Ruta de las Pasarelas permite admirar la belleza del último tramo del cañón del río Vero



Las espectaculares pasarelas, que no ofrecen peligro alguno, permiten un primer acercamiento a este singular enclave natural



Aquí se da una combinación perfecta entre la roca, el agua y la huella dejada por el hombre



El paso por la roca apoyándonos sobre sirgas de acero para evitar resbalones es lo más a tener en cuenta



Las paredes karsticas que lo rodean están llenas de covachas donde se alojan miles de buitres que en algún momento, si el calor acompaña, inundan el cielo



Un total de siete tramos de pasarelas facilitan el descenso hasta el Vero



Al acceder al cauce llegamos a la cueva de Picarmartillo, oquedad formada sobre la pared rocosa por la erosión del agua, accesible a pie, si no te importa mojarte los pies



Durante el recorrido es posible disfrutar de la belleza del Barranco de la Fuente, caracterizado por sus numerosos covachos y una vegetación adaptada a la humedad y frescura propia de estas gargantas



El camino prosigue río abajo, a través de una espectacular pasarela metálica instalada en la pared rocosa



Pasarela que nos permite salvar el río y nos garantiza unas magnificas vistas aéreas de las cristalinas aguas



Este tramo nos acerca al salto de una vieja presa



Se trata de un azud que data de la época medieval y que permitía la derivación de agua para el accionamiento del molino harinero de Fuentebaños, situado aguas abajo



Aguas tranquilas azul turquesa que invitan al baño y al descanso



 El camino ahora nos hace pasar bajo enormes pedruscos desprendidos de la montaña



Unas nuevas pasarelas aéreas si cabe más altas sobre el cauce y más ceñidas a la roca



Tramo de pasarelas que atraviesa un sector del barranco muy abrupto



Y en el que las pasarelas por su altura pueden producir algo de vértigo



El último tramo esta destruido (2017) por el desprendimiento de grandes rocas que lo han dejado impracticable hasta su restauración



Mirador del Vero, desde aquí puede admirarse una magnífica vista del último tramo del cañón del río Vero después de atravesar las sierras prepirenaicas



Se aprecia perfectamente la unión de la roca caliza y los conglomerados, dando lugar cada uno de ellos a relieves muy diferentes, aristados los primeros y redondeados los segundos



Aquí, el camino se aparta del río para serpentear entre antiguos olivares hasta dar con el camino que lleva al pueblo de Alquézar



En resumen, un Conjunto Histórico Artístico, que ofrece la posibilidad de revivir el lejano pasado medieval y un entorno paisajístico impresionante, que ofrece múltiples alternativas a los amantes de la naturaleza


2 comentarios:

  1. Como nos dices no solo la localidad es espectacular también el entorno.

    Saludos.

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  2. He estado en tu país más de una vez. Sin embargo, fue más en el sur del país. Ahora admiraba lugares donde no estaba. Me quedo contigo para admirar los lugares que muestras. Me atraen. Saludos.

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