Olite, ubicado al sur de Pamplona, en la tierra llana, presenta un perfil patrimonial de elegantes torres palaciegas y caprichosas torreras coronadas por tejados de pizarra
Declarado Conjunto Histórico y Artístico. Su principal atractivo reside en su rico y variado patrimonio artístico
El entramado urbano ha conservado la configuración que adquirió en el s. XIII. Fundamentalmente se compone de dos recintos o "cerquos" amurallados separados por la alargada e irregular plaza de Carlos III
Plaza que hoy es el centro neurálgico de la ciudad, con el ayuntamiento en un extremo y el Palacio Real en el otro, pasando sobre las subterraneas galerías medievales
Ayuntamiento, sigue el modelo de los palacios nobiliarios de estilo navarro-aragonés, los dos primeros cuerpos en piedra, continuado en ladrillo y rematado con una galería de arquillos y gran alero
Torre del Chapitel. Portal del "Cerquo de Dentro", recinto amurallado romano y medieval
Como legado histórico, ha sido: "cambra del Concejo", casa del mercado, torre del reloj y de "la queda"
Pórticos
El casco antiguo de Olite conserva la forma del recinto amurallado medieval, idéntico trazado de sus calles y rúas, e incluso los mismos nombres medievales que hace siete siglos
Portal de Tudela. Se corresponde con el portal que cerraba el recinto amurallado medieval por el sur
Portal del Fenero, del Palacio o del Río. Su nombre hace relación a la introducción del heno o hierba del prado y era uno de los cuatro portales de acceso a la villa
Con la repoblación consecuente, sobre todo a partir del reinado de Sancho el Sabio, fueron surgiendo los nuevos barrios hacia el sur, diferenciándose el antiguo recinto romano o "Cerquo de Dentro" (izquierda) del "Cerquo de Fuera" (derecha)
El "Cerquo de Fuera" tiene a la rúa Mayor como eje principal de este núcleo
Perderse por las viejas rúas del casco antiguo y apreciar los palacios y casonas medievales, renacentistas y barrocas te traslada a otro tiempo y te permitirá pasear al abrigo de la historia
La piedra conservada desde el medievo, dibuja grandes casonas solariegas
Extramuros, los monasterios de San Francisco y Santa Engracia, reedificado uno y reformado el otro en el s. XVIII, complementan el legado artístico de la ciudad
Según la leyenda, fundado por el propio San Francisco, que se habría detenido en Olite camino de Santiago de Compostela. Aunque la orden franciscana se estableció a comienzos del s. XIII, lo que hoy se ve es una reedificación del s. XVIII
Iglesia de San Pedro ubicada en el barrio más antiguo de Olite, tuvo el papel principal en la Edad Media. Su construcción comienza a finales del s. XII en la obra románica de la portada y el cuerpo inferior de la torre
Llama la atención la torre gótica acabada en airosa flecha del s. XIV, de disposición octogonal y perfil curvo. La aguja representa un original modelo en su género por el alarde arquitectónico y la curvatura de sus aristas. Mide 54 metros de altura
La portada románica de medio punto abocina en seis arquivoltas lisas entre cenefas ricamente decoradas con ajedrezados, hojarasca y motivos vegetales
La planta de la iglesia es rectangular, donde sobresalen el retablo mayor, obra barroca temprana y los grandiosos pilares góticos cruciformes que aumentan la sensación de monumentalidad
Plaza de Los Teobaldos
Palacio Viejo o Palacio de los Teobaldos. El hoy parador de turismo tuvo su origen en época romana y constituía la fortaleza o "Praesidium", después los godos reutilizarían esta fortaleza y una vez constituida la monarquía navarra pasó a formar parte del patrimonio real. Los monarcas navarros lo frecuentaron desde Sancho VII el Fuerte
Hasta la ampliación de Carlos III, con dependencias de servicios, caballerizas, almacenes de granos, cocina, etc. En el ángulo nororiental se encuentra la Torre de la Prisión, antigua sala de armas de la guardia del palacio, y en el suroriental la Torre de San Jorge
El Palacio tenía una pequeña capilla propia, dedicada a San Jorge, hoy solo quedan restos
Durante la Edad Moderna decae el uso del Palacio y se produce un deterioro continuo hasta su destrucción en la Guerra de la Independencia. Del Palacio Viejo se conservaron en buen estado las dos torres orientales y del resto solamente los muros exteriores
Iglesia de Santa María la Real, una de las construcciones góticas más importantes de Navarra. Utilizada por los monarcas navarros para las grandes festividades y actos solemnes
En su recargada fachada se percibe la influencia de los talleres de Nôtre Dame de París. Bajo un gran rosetón, la gran portada está formada por ocho arquivoltas que exhiben una exuberante decoración vegetal
A ambos lados despliega un friso con el apostolado presidido por El Salvador, enmarcado por arquerías,. San Pedro y Santiago el Mayor a la izquierda y San Pablo, San Juan y El Salvador a la derecha, destacan del resto de apóstoles
La iglesia es de una sola nave, de bellas y armónicas proporciones, formada por cuatro tramos desiguales con bóveda de crucería simple rematada por un ábside pentagonal
Retablo mayor de estilo renacentista, presidiéndolo, una hermosa talla gótica de la Virgen con el Niño. Los cuerpos verticales encierran 28 tablas pintadas al óleo. Pila bautismal decorada con personajes humanos bajo arcos y columnas
Rosetón sobre la portada
Bodega Cooperativa Olitense. El clima mediterráneo ha hecho también de Olite la capital Navarra del vino, no viene mal acercase a degustarlo
Murallas romanas. Sobre la carretera se levantan tres de las cinco torres de labra almohadilla que defendían el sector este del recinto romano
Convento de Santa Clara. La fachada presenta sencilla estructura conventual con espadaña. En el centro se abre un nicho semicircular y en una hornacina la talla de Santa Clara
Palacio Real, obra cumbre del rey Carlos III "el Noble", s.XIV y el emblema más representativo del viejo Reino de Navarra
Carlos III y esposa, doña Leonor, fueron los artífices de su construcción, “que tenía tantas habitaciones como días el año”. El derroche económico, creatividad y capricho va a convertirlo en un palacio de ensueño, palacio de los más esplendidos de Europa en su época
El Palacio es un complejo conjunto irregular de torres, estancias, galerías, jardines y patios que le confieren un aspecto anárquico y una singular silueta que sobresale sobre el caserío de la ciudad. A pesar de esa aparente anarquía el aspecto exterior es majestuoso
Especial cuidado se pone en la adecuación de cuidados jardines
Mirador del Rey de elegante tracería gótica formada por dos arquerías superpuestas
Conocida como la Galería Dorada, edificada en los primeros años del s. XV
Patios inferiores de los Toronjales y la Pajarera, y amplios jardines exteriores con vides, frutales y exóticas flores
La influencia francesa se hace notar en las esquinas, donde se levantan torreones circulares con cubierta cónica de pizarra
Torre de la Atalaya, también conocida como Torre de la Joyosa Guarda. Se construyó en 1411 en planta cuadrangular y está coronada por almenas. Se le adosó un esbelto cilindro que alberga una escalera de caracol que comunica las distintas dependencias que se superponen en la torre, y que culmina en el elevado puesto de vigilancia
Torre de los Cuatro Vientos, formada por un cuerpo principal de planta cuadrada rematado por almenas, al que está adosado un torreón de planta cuadrada
En la parte inferior del cuerpo principal se abre un gran arco ojival y al estar dentro de ella comprendes el nombre de Cuatro Vientos
Torre de las Tres Coronas, conocida también como la Torre Ochavada. Fue construida en 1411 y es la torre más caprichosa de todo el palacio.
Es octogonal y está dividida en tres cuerpos, que van disminuyendo gradualmente conforme se sube de nivel
Ventanal decorado con la figura preferida de Carlos III. Olite, durante su reinado, gozó de paz, prosperidad y fastuosidad palaciega
En la zona más sombría del palacio se encuentra el pozo del hielo, cuya tapadera recuerda a una enorme cáscara de huevo
Galerías Medievales s. XIV. Al igual que numerosos pueblos de toda la península, Olite también conserva viva la leyenda que habla de la existencia de galerías que recorren el subsuelo urbano. Galerías por las que se podía cabalgar de a dos a caballo y que forman parte de ese mundo de leyenda, asociadas a pasadizos secretos
Salidas del Palacio Real, o formando parte de ese proyecto de ensueño de Carlos III el Noble que quiso unir los palacios de Olite y Tafalla mediante galerías subterráneas
Como en otros muchos casos la leyenda se compagina con la realidad. Las galerías son reales, podemos visitarlas y pasearnos por ellas. Son cinco, están situadas frente a los portales de acceso a la ciudad y coinciden con los antiguos puentes que salvaban los foso
La principal se encuentra en la plaza Carlos III y ha sido saneada y abierta al público en 1987, y la más veterana, junto al portal de San Francisco, ha cumplido la misión de envejecer excelentes tintos durante el siglo pasado
Una bella localidad esta que nos muestras que bien merece una visita. Por cierto el retablo de la iglesia de Santa María me recuerda al de Vilalcazar de Sirga.
ResponderEliminarSaludos.
solo se me ocurre ademas de alabarte por el trabajazo,admirar a esas gentes que han conseguido que todo esto llegue a nuestros días y no se han dedicado a meter ladrillo malo.gracias un abrazo
ResponderEliminarcon tu permiso,me aprovecho de tu hospitalidad y repito la visita.un abrazo
ResponderEliminarEstás en tu casa Luis, un abrazo
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