Segorbe

Segorbe, capital de la comarca castellonense del Alto Palancia, municipio situado entre las Sierras Calderona y Espadán, puerta abierta a la historia y la cultura, puerta abierta a la Tradición y la Naturaleza



Conserva un importante patrimonio arquitectónico concentrado en su casco antiguo, que ha sido declarado Bien de interés cultural en su conjunto



Ayuntamiento, plaza de Agua Límpia, otrora Palacio de los Duques de Segorbe, del s. XVI



Puerta de Teruel y Torre de la Carcel. S. XIV, de 23.30 m. de altura y dos cuerpos cilíndricos de distinto diámetro, en el inferior se sitúan las celdas utilizadas como cárcel, en el superior hay distintas estancias y una escalera de caracol embebida en el muro




En la C/ Colón con Argén, encontramos uno de los enclaves patrimoniales más significativos que reúne, el museo de arqueología y etnología, el acueducto medieval y la torre del Verdugo



Museo situado en un soberbio edificio construido por orden del rey Carlos IV, para albergar a las tropas que defendían la ciudad


Torre del Verdugo de casi 19 m. Por su interior cruza la acequia del acueducto y su nombre se debe a la cercanía donde vivía el verdugo. La parte superior esta abierta al interior para que no se pudiera utilizar en contra . En su interior hay un pequeño museo de la arquitectura medieval



El Acueducto de Segorbe datado en los s. XI y XII es una magistral obra de la ingeniería árabe. En el s. XIX se eliminó uno de sus arcos para ensanchar la carretera que entonces pasaba



Ruinas de la ermita de Santa Barbara y centro de interpretación de La Entrada de toros y caballos, espacio en el que descubrir esta fiesta, declarada de Interés Turístico Internacional



Este imponente espectáculo está permanentemente reflejado en la población, como el monumento erigido en la plaza Obispo Haedo



La "Tría" de toros en el Palancia, la subida por el Rialé, la Reunión, la Carrera de toros custodiados por caballos al galope, entre el publico sin barreras, la llegada a la plaza y el brillante desfile de los caballistas



Catedral Basílica de Santa María, construida sobre la antigua mezquita, estilo gótico del s. XII. Templo de una sola nave, sin crucero ni cúpula y capillas laterales en los contrafuertes



La catedral es un conjunto artístico formado por el templo, la torre campanario, el claustro y el museo catedralicio



En su interior podemos contemplar el sobrecogedor sepulcro de los Vallterra, el retablo Mayor y las pinturas del valenciano Vicente Macip, obra clave de la pintura renacentista española



Portal de la Verónica, se llama así porque en su interior se conserva la imagen de La Santa Faz. Han desaparecido las dos torres laterales que custodiaban este arco de medio punto con dovelas larguísimas



Iglesia de San Joaquín y Santa Ana, antiguo convento de Mercedarios. Presenta un interesante juego de volúmenes, buena fachada-capilla, flanqueada por el campanario y acceso por pronunciada escalinata



Plaza de Las Almas, se llama así por el tributo o limosna en sufragio de los difuntos, pagado por jugar a pelota en las eras que había en estos parajes



Bien cuidado, el casco antiguo de Segorbe mantiene su  trazado medieval




La actual muralla del s. XIV modifico la primitiva defensa árabe del s. XI, dotándola de nuevos accesos y defensas, rodeaba la ciudad y subía hasta el castillo



Castillo de la Estrella, en el cerro de Sopena, que fue el centro de poder  durante más de 1000 años. Hoy solo quedan retazos, como esta torre del Homenaje, en lo que sigue siendo un lugar privilegiado de Segorbe, donde moró el emir de Valencia Al Qadir, Martín el Humano, D. Fadrique y D Enrique de Aragón, primer duque de Segorbe entre otros



En el s. XVIII el obispo Ahedo decide la construcción de un nuevo hospital, utilizando las piedras del castillo y derribo del Alcazar. Con motivo de las guerras Carlistas se realizan nuevas obras de fortificación, que en la actualidad se conservan en buen estado



Actuales excavaciones en el cerro han confirmado la existencia en este lugar de un asentamiento humano hacia el 1500 A. de C., ocupación que continuó con los íberos y época romana, así como restos de una alcazaba musulmana y del alcázar medieval



Los Arcos de Argén, ya desde el s. XI, la muralla que alcanzaba más de 10 m. de altura, aquí se abría con estas puertas



Iglesia convento de San Francisco de Asis



De este conjunto arquitectónico destaca el templo, que corresponde la la arquitectura historicista del neogótico. Conserva las antiguas construcciones conventuales, donde se ubican los talleres de restauración de obras de arte del obispado de Segorbe



En el paseo Monseñor Romualdo Amigó hay una glorieta municipal con una bellísima balaustrada de mármol traventino



Un bonito lugar de ocio y reunión de la ciudadanía



Cerca de la ciudad, en la margen derecha del río hay un magnífico lugar, declarado Paraje Natural, marco ideal para el contacto con la naturaleza, donde está la Fuente de los Cincuenta Caños



Fuente de los 50 caños. Cada uno de ellos está dedicado a una provincia de España y un escudo heráldico en bronce, encima de cada caño, lo representa ( Aquí puedes ver los escudos )



A pesar de que Segorbe es una ciudad moderna, se siguen viendo alusiones a la tradición más pura segorbina, como las referencias al prensado del buen aceite que aquí se elabora como el entrenamiento de los percherones, esenciales en el trabajo de campo minifundista



El paraje del Monte de la Esperanza, actúa como un pulmón verde para el entorno y como fuente de agua para la población, paraje que permite actividades de recreo, paseo y entretenimiento



El manantial de La Esperanza, incluido dentro de los límites de este espacio protegido, proporciona agua a Segorbe además de otras poblaciones cercanas 



Aquí podemos encontrar la ermita de Nuestra Señora de la Esperanza, con referencias documentales del s. XIV, donde muchos fieles se desplazan en romería 



Se complementa con un elemento destacable desde el punto de vista histórico-cultural como son las ruinas del Monasterio de los Jerónimos de Ntra. Sra. de La Esperanza



Fundado en 1495 por D. Enrique de Aragón, el Infante Fortuna, dicen las crónicas que lo adornó con doce apóstoles de plata y varios relicarios guarnecidos de piedras preciosas



1 comentario:

  1. Un lugar estupendo para perderse pos sus calles y monumentos. Lo de coincidir superpuestos muchas de las culturas que pasaron por la localidad es normal, solemos asentarnos donde otros lo hicieron antes.
    Lo de ver pasar los toros junto a mi no se si lo haría.

    Saludos.

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